-El manejo de millonario presupuesto y la elección de futuros candidatos generan conflictos
-Sus continuos viajes a los municipios buscan su posicionamiento político para controlar al partido
-Temen los verdaderos militantes morenistas que los allegados a Díaz Mena se apoderen de los puestos
Mérida, Yucatán, 14 de agosto de 2019.- Con el pretexto de supervisar el pago de las becas de bienestar en los municipios, el delegado federal Joaquín “Huacho” Díaz Mena no deja de protagonizar actos y eventos donde él es la principal figura con el fin de posicionarse políticamente y ejercer mayor control en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con miras al próximo cambio de directivas.
Desde que fue impuesto como candidato al gobierno del estado, mediante una maniobra orquestada por su amigo el especulador de tierras Alfonso “Mosco” Pereira Palomo, por medio de la cual el verdadero candidato y militante, ungido desde antes por el mismo Andrés Manuel López Obrador, Rogerio Castro Vázquez fue sustituido, Díaz Mena ha estado moviendo los hilos para hacerse del control del partido.
Entre sus primeras acciones estuvo ir colocando a sus amigos e incondicionales panistas en diversos puestos durante la campaña, entre ellos al exalcalde de Cenotillo Edgardo Medina Rodríguez como su “súperasesor”, así como a otros que se fueron sumando, lo que generó mucho descontento de los verdaderos morenistas y fue considerado como una traición a Morena y al propio López Obrador.
Ya como delegado federal, Díaz Mena fue acaparando los reflectores al grado de que Morena prácticamente desapareció y todo giraba en torno a la figura del “Súperdelegado”, lo que hábilmente ha sabido capitalizar ya que ahora el nombre de “Huacho” Díaz está ligado al de Morena y hay quienes lo consideran el verdadero líder político de esa organización en Yucatán.
Esto no le cae en gracia al presidente estatal morenista, Mario Mex Albornoz, quien últimamente ha tenido que llamar la atención de la prensa por medio de declaraciones oportunistas ya sea para llamar la atención a los diputados de su partido que votaron en contra del matrimonio entre personas el mismo sexo o como el de la crítica a una alcaldesa que usó una cancha para instalar un ruedo.
Ya desde antes Mex Albornoz había intentado señalar que Díaz Mena no se estaba portando bien con los morenistas al colocar en puestos importantes a personajes ajenos al partido, pero muy ligados a él, como Renán Canto Jairala en la SCT, lo que irrita, por decir lo menos, a quienes desde hace mucho tiempo luchan dentro de Morena y hoy se ven ignorados y desplazados. Estas quejas fueron llevadas ante la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, de quien se dice ya tiene una carpeta del “Súperdelegado” con esa y otras quejas.
Otro asunto que hace elevar las disputas por el control de Morena en Yucatán es el millonario presupuesto que en 2020 le tocaría y que asciende a 16.727,905.51 por concepto de actividades ordinarias, más 1.170,953.39 para actividades específicas, es decir, 17.898,858.9 de pesos que, quien tenga el control, puede usar con fines muy particulares y hay quienes temen que ese dinero lo use “Huacho” Díaz para acrecentar su control y repartir entre sus amigos.
Eso también le permitiría manejar a su gusto las futuras candidaturas para la elección de 2021, donde se teme que los amigos panistas de Díaz Mena traten de buscar colocarse, lo que tiene muy nerviosos a los verdaderos morenistas. Las asambleas de delegados y elección de dirigentes se realizaran en septiembre, octubre y noviembre, pero ya los jaloneos bajo la mesa han empezado.
Así las cosas, el delegado federal está creando más problemas que soluciones, ya sea por el mal funcionamiento de las delegaciones bajo su coordinación donde no se dejan de acumular quejas; como al interior de Morena, donde el descontento crece por la ambición de poder que con sus actitudes manifiesta “Huacho” Díaz.