-Manifestación a las puertas del Isstey donde recordaron que era la caja chica del gobierno estatal
-Zapata Bello es señalado de cómplice por haber protegido a Ivonne Ortega y no denunciar el despilfarro del dinero de los trabajadores
-La Senadora Verónica Camino también calló el despilfarro de, en ese entonces, su jefa Ivonne Ortega
Mérida, Yucatán, 11 de octubre de 2019.- Decenas de jubilados del Instituto de Seguridad y Servicios del Estado de Yucatán (Isstey) se manifestaron frente a las oficinas de esa dependencia, en la calle 66 , entre 65 y 67 del Centro, para acusar al exgobernador Rolado Zapata Bello y al PRI de haberse robado el dinero de sus pensiones.
Portando pancartas en las que también se leía que el Isstey fue la caja chica de los gobiernos priistas, los manifestantes indicaron que todo el ahorro de décadas de trabajo se los robaron y lo usaron en el provecho personal de funcionarios corruptos y para financiar campañas electorales de los candidatos del PRI y es por eso que ese instituto está prácticamente en quiebra.
La quiebra del Isstey es un problema que estalló durante la administración de Ivonne Ortega Pacheco, quien al 30 de septiembre de 2012, último día de su gestión, el gobierno del Estado, según cifras oficiales, debía $2,078 millones al Isstey, un aumento del 16,000 por ciento respecto a la deuda heredada por la administración de Patricio Patrón Laviada a ese organismo, que ascendía a 13 millones de pesos.
Su sucesor, Rolando Zapata Bello, al ver la gravedad del asunto y para ocultar el daño que la exgobernadora había dejado, en un afán cómplice de protegerla, inició un “proceso silencioso” mediante el cual el Isstey transfirió su obligación de dar créditos a sus derechohabientes a cuatro compañías privadas, que cobran tasas de interés de 1.67 a 3.0 por ciento al mes. Esta medida se convirtió en negocio jugoso para las compañías y para quienes lo operaron, como Zapata Bello. Lo compararon con el fraude de Crecicuentas que involucra a Víctor Caballero Durán.
Hace unas semanas, el Gobernador Mauricio Vila Dosal propuso un esquema para garantizar el pago de las pensiones y proteger a los jubilados, así como a los actuales derechohabientes del Isstey, medida contra la que se lanzó la Senadora Verónica Camino Farjat, quien de buenas a primeras se convirtió en defensora de los trabajadores, cuando antes no hizo nada para evitar el latrocinio y despilfarro de Ivonne Ortega, quien era su jefa en ese tiempo.
Verónica Camino Farjat inició su carrera política en el entonces Centro Estatal de Desarrollo Municipal (Cedem), en la administración estatal 2007-2012 de Ortega Pacheco. Posteriormente fue directora del Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey) y luego diputada local de mayoría en la LXI Legislatura 2015-2018.
En todo ese tiempo jamás se ocupó de denunciar el latrocinio de Ortega Pacheco ni la oculta solución de Zapata Bello, cuyo único fin era proteger a Ortega Pacheco y al PRI.
Ante las manifestaciones de los jubilados, el Senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín, compañero de fórmula de Camino Farjat, dijo: “hoy con lo que el gobierno no tendría que salir es con, se tienen la culpa los de atrás, tiene que salir a decir, de esta manera garantizo los derechos de los trabajadores” y ya después deslindará responsabilidades si fuere necesario”.
A su vez, la diputada federal del PAN Cecilia Patrón Laviada, señaló: “no es primera vez que vemos al Isstey en números rojos, con el primer gobierno panista se dejó en números negros, hay que decirlo claro y, nuevamente, volvemos a encontrar al Isstey en números rojos”.
Los jubilados pidieron se exija a Rolando Zapata que responda por sus acciones y que se garantice el respeto a los derechos de los trabajadores.