-Utiliza diagnósticos mal hechos para elaborar el Plan Integral para el Desarrollo Regional
-Hacen firmar a mayahablantes formularios que no entienden y sólo se explican en español
-Empleados del INPI tiran a la basura el altar de una ceremonia maya al inicio de las desaseadas y poco concurridas mesas de trabajo
Mérida, Yucatán, 6 de noviembre de 2019.- La renuncia de un colaborador del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) puso al descubierto el mal trabajo que realiza el delegado federal de la Secretaría de Bienestar y Programas Sociales, Joaquín “Huacho” Díaz Mena, y el trato discriminatorio, ofensivo y corrupto con el que se llevan a cabo las supuestas mesas de trabajo del Plan Integral para el Desarrollo Regional.
Sin una metodología, al vapor, sin respetar usos y costumbres y violentando los derechos de los descendientes de los pueblos originarios, estos trabajos sólo resultan una farsa, pues entre sus acciones hacen firmar documentos a personas que no saben leer y escribir o que no entienden lo que se les plantea pues son mayahablantes y todas las instrucciones y explicaciones sólo se dan en español.
Quien puso al descubierto el trabajo mal organizado por “Huacho” Díaz y pésimamente operado y sin supervisión por el INPI es el promotor indigenista Janil Uc Tun de la zona sur del estado, quien en su carta de renuncia expuso que se siguen reproduciendo los mismos vicios del pasado en cuanto al trato que se da a los pueblos originarios y sólo son usados como pantalla política, pero no se hace nada para beneficio comunitario ni de su autonomía.
El expromotor indigenista señala que fue contratado para hacer diagnósticos comunitarios durante 3 meses y con ellos realizar el Plan Integral. Lo que no le advirtieron a él y a las otras dos personas que “contrataron”, sin firmar contrato alguno y sólo una carta de aceptación, es que en ese lapso deberían visitar 300 comunidades de 60 regiones. Para ello también se llamó a algunos, empleados de otras dependencias, a quienes se les dio una plática de 2 días en la Ciudad de México, apresurada y sólo para aprender a llenar formularios.
Como consecuencia, al llegar a las comunidades en vehículos en mal estado, no había control en las mesas de trabajo, no había gente porque no se les aviso a tiempo, la poca gente que fue no entendía para qué fueron convocados, la gran mayoría eran mayahablantes y las explicaciones eran en español, lo que causó que los formularios no se llenaran por completo o se hicieran mal lo que da la apariencia de que son inventados.
Un hecho que causó indignación fue que al inicio de los trabajos hubo una supuesta ceremonia maya que duró 10 minutos, al término de la cual se tomó la mesa que sirvió de altar y los demás utensilios y los sacaron a un patio para tirarlos a la basura, manifestando el desprecio hacia los usos y costumbres de los descendientes mayas.
Uc Tun indica que la elaboración del Plan Integral para el Desarrollo Regional es fundamental para mejorar el nivel de vida de las comunidades, pero los diagnósticos son una farsa y no reflejan la verdad.
Así las cosas, ese es el tipo de diagnósticos que el delegado “Huacho” Díaz utiliza para hacer programas o informes, los cuales son hechos sin mostrar la verdad, inventados, corruptos, sin supervisión, desperdiciando recursos y que sólo sirven para su lucimiento político sin importarle el verdadero bienestar de los mayas.
Son los falsos resultados que le presentará al presidente López Obrador y con los que pretenderá engañarlo haciéndole creer que cumple con encomienda como delegado de la Cuarta Transformación.