-Jorge Vallejo Buenfil siempre ha coqueteado con el poder y se ha puesto al servicio de sus gobernantes en lugar el pueblo
-Ivonne Ortega Pacheco lo nombró en 2010 presidente la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y él en pago ayudó a ocultar parte de la enorme deuda que la exgobernadora dejó a Yucatán
-Casi lo expulsan del PRD en 2006 por acudir a la inauguración de la casa de campaña de la entonces diputada del PRI Angélica Araujo Lara.
-Fue acusado de nepotismo cuando fue representante del PRD en el Consejo Electoral al colocar a sus hermanos en varios puestos
Mérida, Yucatán, 31 de agosto de 2020.- El consejero electoral perredista Jorge Vallejo Buenfil, en un acto que ha sido calificado como de lambisconería, falta de ética y de objetividad profesional, aprovecho el viernes pasado una reunión por medio digitales transmitida al público para promocionar la rifa del avión presidencial, tal como lo hiciera el delegado federal Joaquín Díaz Mena.
Al igual que Huacho, Vallejo Buenfil presumió que ya compró su cachito con un precio de 500 pesos, que para la inmensa mayoría de la población hoy resulta un insulto por la pérdida de empleos a causa de la pandemia del coronavirus y la nula ayuda del gobierno federal.
Vallejo Buenfil dijo que los yucatecos deben comprar su “chachito porque ya se acerca el 15 de septiembre, fecha del sorteo, y no se han podido vender muchos boletos de esa rifa cuya legalidad ha sido puesta en duda y que sólo se ha usado como cortina de humo de los grandes problemas del país.
Para muchos, esta actitud del perredista Vallejo Buenfil es normal, pues siempre ha coqueteado con el poder y se ha puesto al servicio de sus gobernantes en lugar el pueblo, como lo hizo con el PRI en tiempos de Ivonne Ortega Pacheco, quien lo nombró en julio de 2010 presidente la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
En agradecimiento por este puesto, Vallejo Buenfil ayudó a ocultar parte de la enorme deuda que la exgobernadora dejó a Yucatán, en este caso la negativa a pagar a cientos de trabajadores de la Japay despedidos injustificadamente, cuyo monto ascendió a más de 500 millones pesos.
Aunque un gran número de casos han sido ganados por los trabajadores, el gobierno de Ivonne Ortega se negó pagarles.
Los trabajadores interpusieron demandas que fueron a dar a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje a cargo de Vallejo Buenfil, quien hizo “perdedizos” los expedientes y dio largas a todos los caso, lo que dio tiempo a la Japay para que de “manera sospechosa” se advirtiera a los bancos y se pudieran vaciar las cuentas.
El perredista Vallejo Buenfil siempre ha mostrado su “afecto” por el PRI, lo que en noviembre de 2006 casi le cuesta la expulsión del PRD, pues cuando era regidor, apareció en el acto de inauguración de una casa de campaña de la entonces diputada federal del PRI, Angélica Araujo Lara.
En ese momento se dijo en visita a Yucatán, dos directivos del PRD a nivel nacional habrían dado inicio al proceso de expulsión del político yucateco; sin embargo, se doce que Jorge Vallejo pidió perdón e imploró no fuera expulsado.
En 2010 cuando era representante del PRD en el Consejo Electoral yucateco, este órgano fue señalado por simular la aplicación de exámenes para la obtención depuestos, pues incluso se contrató a gente que reprobó los exámenes.
Esto fue aprovechado por los representantes de partidos políticos como Jorge Vallejo Buenfil, quien colocó a sus hermanos. Un acto de nepotismo y de nuevo de total falta de ética.
Ahora, Jorge Vallejo Buenfil, sorprendió al aprovechar su intervención durante el Consejo realizado este viernes, para promover la venta de los “cachitos” del sorteo de la rifa del Avión presidencial.
“No te quedes sin tu cachito”, fue entre otros los comentarios que empezaron a circular entre los consejeros y funcionarios electorales, que no se lo esperaban.
Muchos señalaron que Vallejo Buenfil, al igual que su “padrino político” el diputado perredista Alejandro Cuevas Mena, le hace la barba a Morena en busca de alguna prebenda y beneficios personales.
