Mérida, Yucatán, 26 de marzo de 2021 (Boletín).- La Escuela de Arquitectura de la Universidad Marista de Mérida destacó una vez más a nivel nacional al recibir el Premio NOLDI SCHRECK 2020.
Otorgado cada año, el Premio Noldi Schreck es una celebración dedicada a promover lo mejor de la arquitectura e interiorismo en México. En esta ocasión el evento se llevó a cabo en línea el pasado jueves 11 de marzo a las 7pm, llevándose la codiciada estatuilla del escultor Aldo Chaparro, en la categoría de Arquitecturas Efímeras y Pabellones.
La Universidad Marista de Mérida participó en el certamen por tercera ocasión, con el pabellón realizado para la sexta edición del festival MEXTROPOLI, que es el evento de arquitectura más grande e importante de américa latina, donde durante 4 días se realizan una serie de actividades afines a la arquitectura para exponer una nueva visión de la ciudad. Durante el primer día, la Alameda Central fe el escenario para exponer el talento de despachos y universidades del país mediante instalaciones y pabellones que interactúan en el espacio público durante todo el evento.
El pabellón de la Universidad Marista fue diseñado en el aula universitaria y construido por los alumnos en dicho parque de la Ciudad de México. Como parte del ejercicio los mismos alumnos tenían que hacerse cargo de la logística en sitio, lo que fue un reto enorme proyectar una estructura a distancia y sobre todo saber qué hacer con ella después del evento.
La propuesta realizada se nombró KIOSCO CONTENEDOR y se ubica alrededor de una de las fuentes de ninfas dentro de la concurrida plaza de la alameda. El diseño tuvo como objetivo relacionarse con el sitio mediante dos actividades principales. La primera, introvertida y activa, pensada para tener una interacción con la fuente y la segunda, extrovertida y contemplativa, que buscaba una conexión con el entorno urbano.
Para ello se erigió en dos días un gran paralelepípedo de más de ocho metros de lado por seis metros de alto, compuesto por un patrón de contenedores agrícolas de color negro, con dos accesos y un par de grandes ventanales que desde fuera permitía ver la escultura de la ninfa. En total, más de 1400 cajas construían un gran envoltorio que filtraba la luz y regalaba a los usuarios una banca perimetral interior y otra en el exterior.
Adicionalmente otro de los retos del proyecto fue no generar residuos, por lo que al desensamblarlo el último día, los alumnos de la universidad pusieron en venta las cajas de plástico negras a todos los visitantes que estuvieran interesados. Se vendieron todos los contenedores en menos de 3 hrs.
Los alumnos que formaron parte del taller son: Amairani Andrade Arcila, Luis Bolio Mayo, Paola Briceño Sánchez, Alessandra Can Ferráez, Juan Luis Casillas Jiménez, Ligia Castillo Cervantes, Andrea Cervantes Quiroz, Manuel Escolar Solana, Juan Carlos García Estrada, Daniel Gutiérrez Puerto, Jeffrey Hernández Herrera, Fernando Kantún Koh, Zareth Lope Nah, María José López Vadillo, Daniela Martínez Vargas, Jorge Peón Patrón, Abigail Pérez Zapata, Aranza Rodríguez Argáez, Julián Santín Díaz, Alberto Veldemar Osorio, Susana Vales Díaz, Diego Villegas Curiel.
Todos ellos bajo la dirección y coordinación de los tutores Román Jesús Cordero Tovar, Izbeth Katia Mendoza Fragoso y Daniel Justino Rodríguez Lara, profesores en la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Marista de Mérida.