Arizona, 19 de noviembre de 2021 (Agencias).- ¿Por qué surgen los terremotos profundos que están debajo de los 60 kilómetros dentro de la superficie terrestre? Es la duda que persiste pese al paso de los años. Por ello, un grupo de especialistas e investigadores de las universidades de Arizona y Michigan de Estados Unidos recientemente lograron lo que parecía imposible: detectaron el terremoto más profundo de la historia. ¿Cuántos kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra se registró? Aquí te decimos.
De acuerdo con Clarín, este hallazgo se dio a 751 kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra. A esta profundidad los sismólogos consideraban que era imposible que se produjeran terremotos.
Al respecto, un artículo de investigación que se publicó en Geophysical Rersearch informó sobre los primeros terremotos que fueron detectados por el origen en el manto inferior de la Tierra; esto con el fin de revelar nuevos conocimientos sobre los mecanismos que pueden provocar los sismos profundos.
Pero ¿en dónde y cuándo se originó el sismo más profundo? De acuerdo con Clarín, “el terremoto fue una réplica menor de un terremoto de magnitud 7.9 que sacudió las islas Bonin frente a Japón continental en el año 2015”. Y es que se cree que bajo este país asiático el manto inferior se encuentra aproximadamente a 700 kilómetros bajo la superficie terrestre.
“Ésta es, con mucho, la mejor evidencia de un terremoto en el manto inferior”, indicó el especialista sismólogo especializado en terremotos profundos en la Universidad de Washington, National Geographic Douglas Wiens.
Este terremoto que se sintió en Japón en 2015 a 750 kilómetros, es el más profundo jamás registrado. Una de las características de estos terremotos es que pueden sentirse mucho más lejos que los sismos que se dan en la superficie; además de que son menos frecuentes.
Para llevar a cabo esta investigación, el equipo de investigación uso un método llamado como retroproyección.
“En efecto, cuatro réplicas retumbaron entre los 695 y los 715 kilómetros de profundidad, y otra se desmarcó del resto: un temblor a 751 kilómetros de profundidad”, dijeron los especialista a National Geographic.
Sin embargo, pese a todo –según Clarín– “los científicos aún no están seguros de cómo las tensiones pueden llegar a acumularse a la suficiente altura como para provocar que la Tierra profunda tiemble”.