Londres, 6 de mayo de 2023 (Agencias).- Carlos III, de 74 años, y su esposa, Camila, han sido coronados este sábado como reyes del Reino Unido en la Abadía de Westminster, en el corazón de Londres, en una solemne ceremonia que estuvo presidida por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la iglesia de Inglaterra.
La investidura con la corona a Carlos —y posteriormente a Camila— ha sido el principal momento del acto, que han seguido 2.000 asistentes en la abadía, miles de ciudadanos bajo una lluvia intermitente de Londres y millones de espectadores desde sus pantallas. Los reyes se han desplazado después al palacio de Buckingham, donde han salido al balcón a saludar al público.
Les han acompañado los príncipes de Gales con sus tres hijos y los hermanos del rey Eduardo y Ana, con sus respectivas parejas.
También han estado los hijos de Eduardo, duque de Edimburgo, y la princesa Alejandra, prima de Isabel II. Después han abandonado el balcón, lo que ha puesto fin a los actos previstos del día, aunque una multitud ha continuado durante horas frente al palacio, despidiéndose de los monarcas.
Por la mañana, la policía británica ha detenido a siete personas por “alterar el orden”. Un portavoz del grupo antimonárquico Republic asegura que uno de los arrestados es su líder, Graham Smith. El grupo está detrás de la protesta #NotMyKing (No mi rey, en castellano).
Ha sido la primera vez en 70 años que el Reino Unido ha vivido la coronación de un jefe de Estado —en 1953 fue coronada Isabel II, la madre de Carlos—, para la que se han usado insignias reales y la corona de San Eduardo, del siglo XVII, con un peso superior a los dos kilos y ataviada con piedras preciosas.
Miles de ciudadanos han asistido al acto en el centro de Londres, a pesar de la lluvia intermitente que ha marcado la jornada en la capital británica, y millones de espectadores lo han seguido desde sus pantallas.
La coronación de Carlos III, celebrada este sábado 6 de mayo en la abadía de Westminster, ha sido un gran ejercicio de gatopardismo. El rey británico ha transformado las apariencias de la institución milenaria que encabeza para que perdure otros mil años.
El palacio de Buckingham y su poderoso aparato de publicidad llevan meses bombardeando a la prensa con noticias sobre los cambios que ha hecho el rey para modernizar su ceremonia de entronización y coronación.
El monarca redujo la lista de invitados de los 8.000 de su madre, Isabel II, a poco más de 2.000; acortó la duración del rito; invitó a otras cabezas coronadas; sustituyó a la nobleza británica por representantes de la sociedad civil —de todas las profesiones y condiciones sociales—; introdujo por primera vez en la historia un coro góspel; eligió música coral de nueva composición cantada en las distintas lenguas de las islas, y lució prendas históricas recicladas en aras de la sostenibilidad y la eficiencia. Incluso decidió que su consorte, Camila, no estrenara corona, como marca la tradición, como gesto de empatía con la crisis económica y social que atraviesa el Reino Unido. Ni los floristas se salvaron de la aparente revolución carolina, ya que tuvieron que confeccionar los arreglos prescindiendo de plásticos y espuma floral, un material que no es ni compostable ni biodegradable.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha felicitado este sábado a Carlos III por su coronación hoy como rey del Reino Unido, y le ha dado a él y al pueblo británico las gracias por su apoyo en la guerra contra Rusia, que comenzó el 24 de febrero de 2022. Zelenski ha descrito a Carlos III y a la reina Camila, su esposa, como “verdaderos amigos de Ucrania” y ha dicho que su reinado marca “el comienzo de una nueva era para la monarquía británica”. “¡Gracias por tu apoyo! Gracias a todos los británicos”, ha añadido Zelenski.
“Deseo al rey Carlos III muchos años de exitoso reinado y al pueblo del Reino Unido prosperidad y victorias compartidas”, ha dicho el presidente ucranio en su tradicional mensaje de vídeo diario.
El Reino Unido ha sido uno de los principales aliados de Kiev desde que comenzó la invasión rusa en febrero del año pasado. Londres ha suministrado armas —fue, por ejemplo, uno de los primeros países en anunciar el envío de tanques— y ayuda humanitaria a Ucrania desde entonces y ha presionado para que otros países occidentales hicieran lo mismo.
La primera dama ucrania, Olena Zelenska, y el primer ministro del país, Denis Smihal, han estado en Londres esta semana para celebrar la coronación del monarca.
Carlos III y Camila han cerrado el acto de la coronación con el tradicional saludo desde el balcón del palacio de Buckingham. ¿Quién ha salido con ellos? Cada nombre cuenta. También las ausencias, como la del príncipe Enrique, hijo del monarca, o su hermano Andrés. De hecho, tanto el hijo díscolo como el hermano repudiado han pasado del todo desapercibidos en la ceremonia.
Enrique y Andrés de Inglaterra, ni olvidados, ni esperados, ni queridos: los convidados de piedra de Carlos III
Tanto el duque de York como el de Sussex han entrado con el resto de la familia real británica a Westminster sobre las 10.45 de la mañana (hora local), poco antes de que lo hicieran los reyes y los príncipes de Gales. En las calles de Londres, donde decenas de miles de personas han visto la ceremonia a través de pantallas, no se ha dado ninguna importancia a su presencia.
Se han escuchado hurras y vivas cuando han entrado a la abadía Carlos y Camila, así como Guillermo y Catalina, los herederos. También cuando el primogénito ha rendido homenaje a su padre. Pero nadie ha abierto la boca al ver a Enrique ni a Andrés. Ambos, como ya se sabía, han llegado sin Meghan Markle, que se ha quedado en California, y sin Sarah Ferguson, divorciada del hermano del rey desde hace un cuarto de siglo pero con quien mantiene una estrecha relación. (Información de El País)